Bueno y quién no ha tenido un día malo últimamente? Incluso cuando el sol está más radiante aparece una nubecita cargada a dañarte el día. Es la vida, qué se le va a hacer!
Sin embargo, tenemos a la mano un remedio sencillo y delicioso: en momentos de desesperación, qué rico un helado! Ojo no me refiero al tarrado ese enorme que se comen con cuchara y en pijama las entusadas en película gringa. Me refiero a hacer, de manera consciente, el ritual completo:
1. Elegir el helado: un momento para tomárselo con calma, ver todas las opciones, probar un poco si hay dudas, descubrir de qué se tiene ganas y tomar una buena decisión.
2. Asumir la decisión con ganas y hasta el fondo: un helado terapéutico no puede tener ni rastros de culpa, nada de comérselo pensando en el kilo que se va a engordar, ni quedarse con las ganas del topping de chocolate. Nada disfrute todo y corónelo con una cereza.
![]() |
Sylvie Bartan y Francoise Hardy via oldfashionislovelyfashion |
3. Relájese y disfrute: solo dura unos minutos, así que disfrute cada uno de ellos. La seratonina hará de las suyas y una vez terminado, las cosas se verán menos oscuras.
Plus: Cartera “Nada que un helado no pueda resolver” inspirada en las propiedades curativas del helado!
0 comentarios:
Publicar un comentario
Antes de comentar, tienes que tener iniciada la sesión o iniciarla a través del menú desplegable (comentar como) abajo del cuadro de comentarios en una de las siguientes cuentas:
-Google
-Live Journal
-WordPress
-Aim
-Open ID
Si no tienes una de ellas, usa la opción de Nombre/URL para dejarme saber quién eres y seguirte a través de tus comentarios.
Por último para seguir los comentarios de esta publicación "suscríbete" para que los mismos lleguen a "tu correo electrónico" y seas notificado de los mismos.
Gracias por tu tiempo y por visitarme!